Beneficios Sociales


Generación de empleo:  El mercado energético nacional y mundial podrá ser la base para un inmenso programa de generación de empleo e ingresos a partir de la producción de biodiesel, tanto desde las unidades de producción familiar,como desde medianas y grandes extenciones de producción de las diferentes oleaginosas de las que se obtiene.   La producción de oleaginosas, por parte de las economias familiares, es una alternativa importante para la erradicación de la pobreza en el país, ya que ofrece la posibilidad de ocupación a un gran número de personas.   Estudios realizados muestran cómo, mientras que la agricultura empresarial genera un empleo por cada 100 hectáreas, la agricultura familiar genera 1 por cada 10, esto muestra claramente la importancia de priorizar la agricultura familiar en la producción de biodiesel.

La inclusión social y el desarrollo regional, vía generación de ingresos, deben ser los principios orientadores básicos de las acciones relacionadas con el biodiesel, por lo que su producción y consumo deben ser promovidos de forma descentralizada y no excluyente en términos de las tecnologías y materias primas utilizadas.

Sustitución de cultivos ilícitos: Hoy encontramos una gran proporción de tierra con arbustos de coca, que antes eran cultivadas con café y otros productos agrícolas.  Estos cultivos se extienden a lo largo y ancho de la geografía nacional y , aún siendo considerados  ilícitos por las autoridades, se han convertido en la tabla de salvación para los labriegos y para muchas familias que obtinen su sustento de ellos.

La rentabilidad del negocio la determinan el número de plantas sembradas: quien no tenga mas de 10.000, no tiene con que pagar los gastos.  Más álla de las 10.000, la siembra empieza a generar ganacias.   En cada mata de coca,un campesino invierte 1.000 pesos en los ocho meses que dura el periodo de crecimiento y le queda una ganacia de 200 pesos.  Claro que para lograr el punto de equilibrio se requieren dos años de cultivo.   Estos cultivos tiene efectos nefastos, no solo sobre la producción agrícola tradicional, si no sobre las costumbres campesinas.   De ahí la importancia de un programa de sustitución de cultivos ilícitos,para mostrarle al campesino que existen otras alternativas de producción, entre ellas la siembra de oleaginosas como la higuerilla y el piñón, que acompañada de apoyo técnico y financiero de entidades estatales y privadas, representa una alternativa verdaderamente rentable, que garantiza la manutención de los labriegos y sus familias.

Sin el apoyo estatal, los agricultores productores de la hoja de coca, no tendrán mayores intenciones de avandonar los cultivos ilícitos.   Se requiere un trabajo concertado entre nación,departamentos, municipios, comunidad y empresa privada.