sábado, 28 de diciembre de 2013

Colombiana de Biocombustibles S.A


Es interesante reconocer la realidad socioeconómica generada por la producción de 
petróleo, tanto en lo relacionado con los precios que de él se derivan como en el
hecho de ser un recurso no renovable que tiende a agotarse. Esto debe convertirse
en una herramienta para la toma de decisiones cuando se deban asignar rubros para
investigación o desarrollo de proyectos “novedosos”. En este sentido la higuerilla ha
generado gran expectativa, entre cultivadores de diferentes países, al percibir la
favorabilidad para la producción industrial del biodiesel, pues se trata de una planta
oleaginosa de la cual se extrae un aceite de gran valor en el mercado internacional, y
ofrece buenas perspectivas comerciales actuales y a futuro.

En un mundo globalizado y en proceso de integración productiva y energética, es

particular el interés por el cultivo de higuerilla, ya que Colombia al igual que otros
países de Latinoamérica, poseen un gran potencial agrario para su producción. En
ellos el arbusto crece de manera silvestre, pero el verdadero interés radica en
fomentarlo como un cultivo tecnológico con costos reducidos para mantener o
aumentar el área sembrada y de este modo crear una nueva actividad agroindustrial
que amplíe la producción agraria y aceitera, creando opciones de trabajo y
favoreciendo en definitiva cada uno de los eslabones de la cadena productiva y el
ambiente en general.

Para cumplir con la meta que Colombia se convierta en un país que siembre sus 
propios combustibles es necesario, antes de iniciar programas de fomento del cultivo 
de higuerilla, evaluar las condiciones de producción de cada zona del país, para 
asegurar el éxito de este agronegocio. Se debe tener en cuenta que la higuerilla no es 
una maleza, al contrario es una planta de cultivo delicado y difícil.